También se cree que la historia de otro náufrago escocés, Alexander Selkirk, pudo inspirar al escritor.
Así, en 1526 un fuerte temporal sorprendió a un patache español que navegaba de La Habana a Cartagena de Indias. En el naufragio pereció toda la tripulación, con excepción del capitán del barco, Pedro Serrano, que logró llegar a un inhóspito banco de arena de 600 metros de largo por 200 de ancho, sin apenas vegetación y sin fuentes de agua dulce.
Tres meses más tarde, recibió la visita del superviviente de otro naufragio, que llegó a la isla en un bote.
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| El patache es una embarcación de vela, muy ágil y maniobrable, con dos palos, ligera y de poco calado. |
En 1534 la tripulación de un galeón que navegaba rumbo a La Habana divisó las señales de humo de los náufragos y los rescató. Sólo llegó a tierra firme Pedro Serrano -su compañero de aventuras falleció durante la travesía- quien consiguió volver a España y se convirtió en un personaje rico y famoso, gracias al relato de sus aventuras en reuniones de alta sociedad.
Pedro Serrano dejó constancia de sus aventuras y de las penalidades sufridas durante su estancia en el banco de arena en diversos documentos que se conservan en el Archivo General de Indias de Sevilla.
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Hemos encontrado este video de buceo en Youtube en el que puede verse cómo es el Banco de Serrana, por si quieres hacerte una idea de dónde sobrevivió Pedro Serrano durante tantos años y que en su honor recibe su nombre.
