Costa del Garraf foto de Josep Melero Bellmunt |
Navegar por sus aguas, no sólo es un placer para la vista, también puede suponer agradables sorpresas, como compartir rumbo con los simpáticos delfines que parecen competir con el barco, avistar a los espectaculares peces luna e incluso, durante la primavera, ser testigos de la migración de las ballenas.
Esta rica biodiversidad es posible porque sus fondos son mayoritariamente arenosos pero con presencia de grandes prados de posidoniáceas, unas plantas marinas que sirven tanto de alimento como de refugio a numerosos organismos: tanto invertebrados como peces.
La zona es también muy importante para la alimentación de determinadas aves marinas, lo que ha motivado su designación como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Las pardelas balear y cenicienta, así como las gaviotas de Audouin y cabecinegra son las especies más interesantes que frecuentan la zona.
La Costa del Garraf también ha sido declarada como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y ha sido incluida en la red Natura 2000.
Somos muy afortunados de poder disfrutar de una zona costera tan bella y rica en fauna marina.